Familia
Errores comunes al investigar la historia familiar y cómo evitarlos
Descubre cuáles son los errores más comunes al investigar historias familiares. Consejos para evitarlos.
21 feb 2025
Tiempo de lectura: 4 min

Comparte este artículo
Sentir curiosidad sobre nuestros antepasados es normal y comprensible. Iniciar la búsqueda de información sobre nuestra familia puede ser una tarea difícil, aunque apasionante.
En el proceso de creación de un libro de memorias familiares, podemos encontrar muchos desafíos.
A continuación, te contaremos cuáles son a menudo los errores más comunes que, en nuestro rol de investigadores, podríamos cometer.
Errores al momento de recopilar información sobre nuestra familia
No pedir permiso a los familiares para compartir su historia
Aunque pueda tratarse de una historia apasionante o intrigante, mencionar a un familiar o contar algo sensible para él sin su consentimiento podría traer grandes malestares en el seno de la familia.
Es recomendable siempre crear una lista de posibles protagonistas de nuestra historia y luego consultar con ellos qué se puede y qué no se puede compartir en la narrativa final.
Perder la oportunidad de entrevistar a los mayores
Cuando nos adentramos en una aventura tan grande como la de reconstruir una historia recopilando piezas del pasado, podemos aferrarnos a la idea de que primero debemos tener todo sumamente organizado para empezar.
Sin embargo, el tiempo transcurre y a veces no nos damos cuenta de lo rápido que pasa.
Es por eso que siempre es recomendable entrevistar a los adultos mayores ni bien nace la idea de construir el libro. De lo contrario, sus voces podrían apagarse.
Perder la información obtenida
A veces, lo que vamos recopilando podría abrumarnos y generarnos ansiedad. Los datos seguramente sean variados y hasta confusos o presenten diferencias entre una historia y otra. Por esta razón, lo más adecuado es documentar cada testimonio, fotografía, dato y recuerdo que nos comparten para no perder nada en el camino de la reconstrucción.
Digitalizar y crear varias copias de los documentos también es importante. Hoy podemos valernos de soportes tecnológicos para almacenar la información
Omitir contextos históricos
Toda historia necesita de un contexto que la respalde. Es por eso que lo ideal es tomar siempre en cuenta la situación histórica, social y político-económica de la persona.
A pesar de que haya sido iniciativa de una sola persona, cada información obtenida que se comparta a los demás miembros de la familia podría ayudar a que a otros se les despierten recuerdos nuevos o a que brinden una nueva perspectiva sobre una situación determinada.
Mientras más voces hablen, mejor narrativa se obtendrá y más datos podrán recabarse.